Se ha escrito mucho sobre las bolas chinas, las amigas se las recomiendan entre ellas y a veces son regaladas como juego erótico. Pero, ¿qué hay de verdad y qué parte es mentira de todo lo que crees saber sobre las bolas chinas?

Hoy, te invito a que juegues conmigo a este divertido test y pongas a prueba tus conocimientos.

¿Verdadero o falso?

1. Las bolas chinas producen estimulación placentera para las mujeres que las usan.
FALSO. Las bolas chinas no producen placer. La sensibilidad de la vagina es muy limitada, así que cuando introducimos tampones, la copa menstrual o las bolas chinas apenas lo notamos. Es cierto que las bolas chinas tienen un dispositivo interno (una especie de “canica”) que produce una ligera vibración con el movimiento de nuestro cuerpo. Pero esta pequeña vibración es en la mayoría de los casos, insuficiente para generar una estimulación erótica y producir placer.

2. Sirven para potenciar la musculatura del suelo pélvico.
VERDADERO. Este pequeño estímulo de vibración que producen las bolas chinas en la cavidad vaginal genera la activación involuntaria de las fibras musculares del suelo pélvico, mejorando el tono en su uso a largo plazo. Además, podemos realizar los ejercicios de contracción activa manteniendo las bolas chinas dentro de la vagina. Esto nos ayuda a sentir de forma más concreta
la contracción y relajación del suelo pélvico, ayudando en la ganancia de fuerza.

3. No tienen contraindicaciones.
FALSO. Como casi todo en el mundo de la salud, no hay tratamientos universales. Las bolas chinas están contraindicadas en los siguientes casos:

  • Mujeres con hipertonía del suelo pélvico. Al aumentar el tono, no son recomendables si partimos de un tono demasiado alto.
  • Mujeres con hipotonía importante. Si el suelo pélvico está demasiado débil, no será capaz de sostener las bolas y se producirá un estiramiento de las fibras que dificultará todavía más su contracción. Yo lo llamo “efecto cama elástica”. Imagina una cama elástica con poca tensión. Al subirte en ella, te hundirás, generando un estiramiento de las fibras del tejido. Lo mismo pasa en un periné demasiado hipotónico en el que introducimos bolas chinas. De esta forma, el uso de bolas chinas está desaconsejado en un posparto inmediato o las primeras semanas tras una cirugía pelvi-perineal.
  • En caso de dolor perineal. Si hay dolor al introducirlas, al sacarlas o mientras las llevamos puestas, es recomendable no usarlas hasta consultar con tu especialista de confianza. Recuerda, en cualquier caso, introducirlas con delicadeza, en una postura que te resulte cómoda y con un poco de lubricante, si es necesario.
  • En caso de infección activa. Tanto infección vulvo-vaginal como infecciones del tracto urinario inferior. Como siempre en estos casos, acude a tu especialista para ponerle solución a la infección y cuando esté resuelta, podrás volver a utilizarlas.
  • Durante el embarazo. Este tema es controvertido. No existe una evidencia clara que desaconseje su uso durante el embarazo, pero yo personalmente recomiendo evitarlo por el riesgo de infección. Es cierto que con buenas medidas de higiene y eligiendo unas bolas de calidad (preferible fabricadas
    de silicona médica), el riesgo disminuye. Aun así, hay muchas otras formas de entrenar tu suelo pélvico durante el embarazo que no presentan estos problemas.
  • Durante la menstruación. Por el mismo motivo anterior, personalmente no recomiendo su uso durante la regla.

4. Su uso de forma habitual puede ayudar a prevenir disfunciones del suelo pélvico.
VERDADERO. Se recomienda como ejercicio efectivo en las últimas fases de rehabilitación del suelo pélvico o como mantenimiento para mujeres con factores de riesgo para el periné (deportistas, mujeres con estreñimiento crónico, con tos o enfermedades pulmonares crónicas, obesidad, profesiones
que impliquen cargar peso, hablar mucho y alto o cantar, etc).

5. Existen bolas chinas de distintos tamaños y pesos
VERDADERO. A la hora de elegir las bolas chinas más adecuadas para ti, debes saber que lo principal es que seas capaz de mantenerlas dentro de la vagina, que no se caigan. De esta forma, con tu movimiento activarás la vibración de la canica interna, que a su vez provocará la activación involuntaria de la
musculatura del suelo pélvico. El tamaño habitual de las bolas chinas es de 35mm, aunque existen más
pequeñas, que pueden ser más cómodas para mujeres con un canal vaginal más estrecho. También son más difíciles de sostener y pueden ser útiles para progresar en tu entrenamiento.

En cuanto al peso, suelen variar entre los 30 y 100 gramos. Lo ideal es ira umentando el peso a medida que vayas avanzando en tu entrenamiento. Algunas marcas, además, se venden con bolas intercambiables, facilitando esta evolución. Ocurre lo mismo con el número de bolas. Podemos progresar de una a dos cuando nuestro suelo pélvico vaya estando preparado.

6. Es recomendable usarlas también durmiendo.
FALSO. Las bolas chinas sólo hacen trabajar al suelo pélvico si estás en movimiento. Puedes utilizarlas mientras caminas o haces actividades en casa o en la calle, pero es imprescindible que te muevas. El protocolo habitual recomienda su utilización 3 o 4 veces en semana, progresando de 10 minutos a
1 hora, caminando o en movimiento.

Espero que esta información te haya resultado útil. Recuerda consultar con tu fisioterapeuta especialista en suelo pélvico para cualquier duda.

Ana Merino Martín, Fisioterapeuta especialista en uroginecología y obstetricia